Denominamos como fruta a
todos aquellos frutos comestibles obtenidos de plantas cultivadas o
silvestres que, por su sabor, por su aroma, y por sus propiedades nutritivas,
suelen en su estado fresco, como jugo y/o como postre, una vez alcanzada
la madurez organoléptica.
CARACTERÍSTICAS:
Las frutas son fuente de
energía por su alto contenido en fibra y antioxidantes, por lo tanto nos
beneficiamos de todos sus nutrientes y vitaminas que poseen.
Al
consumir frutas hidratamos nuestro organismo, ayudamos al correcto
funcionamiento del aparato digestivo, ya que no suelen aportar grasa, excepto
en el caso de los frutos secos que son fuente de ácidos grasos esenciales para
nuestro organismo.
Como
alimento, las frutas tienen propiedades alimenticias de interés para la salud
humana. Son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Aportan pocas
calorías y un alto porcentaje de agua (entre 80 y 95 %).
CLASIFICACIÓN:
Hay
diferentes formas de clasificar la fruta, según sea su tipo, la forma de
recolección o el proceso de maduración.
Según sea el fruto:
·
Frutas de hueso o
carozo: son aquellas que
tienen una semilla encerrada en un endocarpio duro;
como el albaricoque o el melocotón.
·
Frutas de pepita o
pomáceas: son frutos derivados
de un receptaculo engrosado , como la pera y
la mazana, poseen 5 semillas sin cubiertas esclerificadas.
·
Frutas de grano: son las frutas resultantes de un receptáculo
engrosado, los frutos verdaderos presentan un aspecto de minúsculas
semillas en su interior. Es el caso del higo.
Según el tiempo desde su recolección hasta que es
consumida:
·
Fruta fresca: cuando el consumo se realiza inmediatamente o a los
pocos días de su recolección, de forma directa, sin ningún tipo preparación o
cocinado.
·
Fruta seca, desecada o
pasa: es la fruta que,
naturalmente o por un proceso de desecación artificial, tiene en su composición
menos de un 50% de agua, y se puede consumir meses, e incluso años, después de
su recolección como las nueces, castañas, avellanas, cacahuetes, cacao,
las pasas o los orejones.
Según el tipo de maduración:
·
Frutas climatéricas: muestran un incremento más o menos marcado en la
tasa respiratoria y en la síntesis de etileno. Entre las frutas climatéricas se
cuentan: la manzana, la pera, el plátano, el melocotón,
el albaricoque, el kiwi, la chirimoya y la fresa, entre otras. Estas
frutas evidencian una maduración que regula los cambios de color, sabor,
textura y composición. Estas frutas suelen almacenar almidón como
hidrato de carbono de reserva durante su crecimiento. El almidón puede
hidrolizarse durante la maduración dando lugar a azúcares simples que otorgan
sabor a la fruta.
·
Frutas no climatéricas, no presentan variaciones sustanciales en la tasa
respiratoria o en la síntesis de etileno durante la maduración. Además, el
etileno no coordina los cambios organolépticos principales (sabor, aroma,
textura) durante la maduración. Entre las frutas no climatéricas se
encuentran: las cerezas, la naranja, el limón, la mandarina,
la piña y la uva, entre otras. Estos frutos no almacenan almidón
antes de la maduración, razón por la cual no deben ser separados de la planta
antes de alcanzar la madurez organoléptica.
La recolección se
debe realizar después de alcanzada la madurez, pues no mejoran su sabor y aroma
luego de separadas de la planta.
Otros grupos de frutas que se distinguen por tener
ciertas características comunes:
·
Fruta cítrica, aquella que se da en grandes arbustos o arbolillos
perennes cuyos frutos o frutas, poseen un alto contenido en vitamina
C y ácido cítrico, que les proporciona un sabor ácido muy
característico. Las más conocidas son la naranja, el limón,
la mandarina y la lima.
·
Fruta tropical, aquella que se da de forma natural en las regiones
tropicales, aunque se aplica a las frutas que necesitan para su desarrollo unas
temperaturas cálidas y alta humedad, como la banana, el coco,
el kiwi y la piña.
·
Fruta del bosque, un tipo de frutas pequeñas que tradicionalmente no
se cultivaban sino que crecían en arbustos silvestres en los bosques,
como la frambuesa, fresa, la mora, la grosella,
la zarzamora y la endrina.
·
Fruto seco, aquella que por su composición natural (sin
manipulación humana) tiene menos de un 50 % de agua. Son alimentos muy
energéticos, ricos en grasas, en proteínas, así como
en oligoelementos. Las más conocidas son la almendra,
la nuez, la avellana y la castañas.
FRUTA CÍTRICA
FRUTAS TROPICALESFRUTAS DEL BOSQUE
GAMA:
La gama viene determinada por el
tratamiento que sufren los diferentes productos y al adquirir los alimentos
encontramos distintas gamas:
II. Gama: Constituida por alimentos que han sido sometidos a un tratamiento térmico
para su conservación y que se han envasado en recipientes adecuados,
herméticamente cerrados, ya sean latas o envases de vidrio. Son las llamadas
conservas y semiconservas. Las anchoas, necesitan además refrigeración.
III. Gama: Son los alimentos conservados por frío, es decir, por congelación o
ultracongelación. En estos productos es imprescindible que no se rompa la
cadena de frío, por lo que se deben transportar en condiciones isotermas y
respetando las condiciones de almacenamiento y uso.
Champiñón laminado, frutas cortadas, etc.
Mantiene sus propiedades naturales y de frescura, pero con la diferencia de
que llega al consumidor, lavado, troceado y dentro de un envase.
Son muy
perecederos.
EFECTOS SOBRE LA SALUD:
Si queremos llevar una alimentación
saludable, equilibrada, y no presentamos nada que nos limite en la ingesta
de nutrientes específicos, podemos incluir a diario, unas dos o tres piezas de frutas frescas y apenas unas 10 almendras o
nueces, en reemplazo de cuerpos grasos.
Si en cambio, estamos buscando perder peso, lo aconsejable será recurrir a las frutas con menos calorías, es decir, a
las frutas frescas.
Por otro lado, si lo que se
busca es ganar peso con salud, podemos emplear las frutas
secas en
todos sus formatos, pues pueden sumar energía a la dieta sin descuidar la
salud.
Por supuesto, todas las frutas
son aptas para celíacos o para quienes tienen intolerancia a la lactosa.
Si se padece gastritis, se
aconseja cocinar las frutas frescas y reducir la fibra retirando
la piel evitando las frutas muy ácidas.
Mientras que si se padece
de estreñimiento, lo aconsejable es recurrir a las frutas
frescas con piel y naturales, sin cocción, son de utilidad las frutas
desecadas o deshidratadas que
concentran fibra y ácidos que favorecen el tránsito intestinal.
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